La 2023 ha sido una vendimia difícil, condicionada por la lluvia y adelantada debido al verano tan caluroso que hemos padecido, en particular durante el mes de agosto.
En general esta añada ha sido muy complicada en la viña. Primero las fuertes lluvias de mayo, junio y, sobre todo julio. También sufrimos lluvias intermitentes con elevadas temperaturas, el caldo de cultivo idóneo de los hongos que atacan a la vid: mildiu y oídio.
Más tarde, el fuerte calor adelanta la vendimia.
A pesar de todo esto, en Aníbal de Otero estamos satisfechos con la calidad de la uva recolectada, a la vista está: uvas excelentes en su punto óptimo de maduración. El rendimiento ha sido como siempre muy bajo: apenas 1 kilo por cepa.
Por todo ello esperamos vinos de gran calidad: en particular Terrafondada y el nuevo paraje de María Abril. Cepón y Fornos han sido algo más complicados aunque hemos conseguido seleccionar la mejor uva y consecuentemente, también para estos esperamos una excelente calidad.
Como adelanto os dejamos un vídeo del Cepón fermentando 😊